sábado, 20 de octubre de 2007

La quiebra de Ruta Cien

(Texto original del 4 de julio de 1995)

En 1995 el Departamento del Distrito Federal declaro en quiebra la compañia de transporte urbano “R-100”, empresa estatal creada en 1981 con la estatización de la industria del transporte urbano de la Ciudad de México.

La notable deficiencia de la compañía --que en vez de mejorar su servicio empeoraba-- produjo que la paraestatal capitulara contra sus rivales: “los peseros”, que en diez años crecieron increiblemente. Y la gran pregunta o gran punto a tratar es: el proceder del gobierno.

¿Por qué correr a los conductores?
Los conductores de la hoy extinta Ruta Cien no son choferes desde 1981, al contrario, eran conducores de las antiguas lineas particulares independientes que fueron absorvidas por la, en ese entonces, non, plus, ultra invensión del gobierno: la superR-100.

¿Por qué dejar sin empleo a tantas personas, cuando sus plazas de trabajo tienen que continuar?
Conociendo al gobierno en sus medidas tomadas con Petroleos Mexicanos (Pemex), era lógico pensar que se haría una reestructuración en R-100, por lo que conservarían sus puestos los conductores y el grueso de la burocracia que, como es costumbre, superaba al número de conductores (así como en otras instituciones estatales como el Instituto Mexicano del Seguro Social, que es superior la burocracia administrativa que la planta de doctores y enfermeras).

La reestructuración hubiera tapado “el ojo al macho” y se diría que ahora si funcionaría. Pero no, ¡Se quebro!

¿Por qué quiebra un a compañía?
Simplemente porque no tiene ganancias, sino perdidas. Y...

¿Cómo puede tener ganancias una paraestatal que tiene un subsidio mucho mayor al 50%? Es más, ¿Cómo puede tener perdidas una empresa que tiene subsidio?
El subsidio se le da a una empresa porque no puede valerse por si misma. Si hay números rojos, se evita aumentando el subsidio y se empatan los ingresos contra los egresos.

Pues no: se declaro la quiebra de R-100, en vez de reestructurarla. Por la quiebra, se liquidan a todos los trabajadores en vez de instalarlos en la nueva empresa a crear. Todo este proceder de las autoridades hacen pensar que el asunto tiene cola que le pisen.

El Departamento del Distrito Federal anunció que se haría una nueva empresa de transporte público que:
  • Será una empresa estatal para seguir trabajando para las clases mas desfavorables.
  • Mantendrá las tarifas a precios populares --respuesta importante por la crisis económica ocurrida un poco antes de la quiebra de R-100 y al reciente aumento del transporte particular (microbuses) de 55 centavos a un peso la terifa minima (81.82% de aumento)--.
  • Disminuir la burocracia administrativa de la nueva empresa --respuesta de cajón--
  • Tomar preferencia en la contratación de ex-trabajadores de la que fue la R-100 --tomar preferencia, en vez de recontratar a los conductores y demas miembros de la empresa quebrada--.

Estas entre otras fueron las medidas tomadas por el gobierno del Distrito Federal.

Y mientras se hace la nueva compañía ¿Qué?
Se crea el Servicio Temporal de Transporte Público que en su primera fase contrata temporalmente a compañías del gremio del transporte de pasajeros, para que cubran las principales rutas de la ciudad. Al mismo tiempo se anuncia la contratación para el personal provisional que por pocos meses trabajaran de planta en el Servicio Temporal de Transporte Público --donde los ex-trabajadores de la R-100 serán tomados como preferentes--. Despues simplemente fueron substituidos los camiones de las compañías de transporte de pasajeros por los camiones del Servicio Temporal de Trasnsporte Público --que son los de la ya desaparecida R-100--. Todo en forma gradual.

¿Y el caos por el transporte?
Para fortuna de los capitalinos todo esto sucedio en la semana grande, la semana santa. Con la situación económica reinante la ciudad de México no se vació como en otros años y hubo gran flujo de personas, pero la situación real del transporte público dejaba muy irrelevante la falta de la compañía R-100. La columna vertebral del transporte es el metro, las demas opciones de transporte son los afluentes al primero. Estos son: microbuses (peseros), trolebuses, tren ligero y R-100, donde R-100 compite por el ultimo lugar.

¡Si no hay camiones usamos los micros!
El sistema provicional fue gratuito en su primera fase. Se pagaba medio peso en el pesero y ahora un peso. Por otro lado, los chimecos no cobraban, así que los usuarios opotaron por transportarse en el chimeco.[2] Como fuera para la ciudadania era algo temporal y pasaría poco a poco, el remedio duele pero hay que curar la enfermedad y ademas estaban las otras opciones de transporte.

Se anuncio que el jueves y el viernes santos se aceptarían las solicitudes de trabajo para el Servicio Provicional de Transporte Público que comenzaría a operar,con las unidades de la quebrada R-100, a partir del lunes proximo y que en ese fin de semana se daría un curso preparativo a los nuevos conductores. Por otro lado, la mayor parte de los movimientos administrativos quedaria a cargo de la administradora para la quiebra: Banobras. Los ya ex-trabajadores de la R-100 tendrian que meter su solicitud el dia jueves santo para “poder” tener prioridad en la selección.

Las autoridades --o las personas que optaron por la quiebra-- pensaron que los ex-conductores y ex-trabajadores en general, meterian su solicitud y todos contentos.

Los ex-trabajadores no sabian que pasaba, es más, ¿Por qué ex? Tenian que organizarse y mientras se manifestaban en mítines perdieron la opotunidad de meter las solicitudes de trabajo e incluso cobrar sus respecitvas liquidaciones.

¿Y el sindicato?
El sindicato de la R-100, que se había crado junto con la propia empresa bajo la denominación "Sindicato Unico de Transporte del Autotransporte Urbano R-100 (SUTAUR-100)", como buen sindicato para las manifestaciones, empezo a defenderse y el gobierno de la ciudad procedió a encarcelar a líderes sindicales. ¡Definitivamente pasa o pasó algo turbio!

Mal manejo de fondos, bla, bla, bla y las mil especulaciones. Los ex-trabajadores de R-100 exigen su trabajo y hacen marchas, las mayores en la capital en ocaciones hasta cinco al mismo tiempo y muy concurridas. Ahora si el caos vial. Una cosa es no tener camiones urbanos y tener metro, peseros y demas y otra marchas que cortan la vialidad en la ciudad.

Las marchas son integradas por: el SUTAUR; grandes grupos de universitarios de la UNAM, IPN, UAM; otros grupos estudiantiles como CCH´s, vocacionales; ademas de grupos independientes; y el Movimiento Proletario Independiente (MPI). Todos los grupos aclaman justicia y el SUTAUR reclama su trabajo.

Por solidaridad, por no saber lo que pasó, o por yo que sé, el SUTAUR se mantiene vigente en su lucha y muy pocos ex-trabajadores optan por buscar trabajo en la nueva empresa a crearse.

Se inicia el pleito legal y lo primero es: ¿Por qué quiebra? ¿Cual es el fin?
Por como se sucitaron las cosas, la quiebra fue más que un pretexto para desaserce sel SUTAUR-100. La culpa de la quiebra de la R-100 no cayo ni en los trabajadores ni en los dirigentes (puestos por el gobierno) sino fue por el SUTAUR. Todo contra el sindicato. Ellos tienen la culpa --dice el gobierno-- porque tenian contrato colectivo favorable, porque trabajan en base a tantos trabajadores por camion y funcionaban solo casí la mitad de los camiones que se declaraban, porque las prestaciones, porque los dirigentes, porque...¡Todo!

Seguramente la caja de Pandora que se acaba de abrir, poco a poco mostrará las respuestas que surgen con tal quiebra, junto con alguno o muchos monstruos.

[2]La expresión “chimeco” se aplica a los camiones de transporte público que circulan en Nezahualcoyotl. Dentro de las compañías que opreraron en la primera fase del sistema provisional estaban las distintas compañías de transporte público de las principales ciudades aledañas al D.F. incluyendo los municipios del estado de México como Nezahaulcoyotl, Neucalpan, Tlalnepantla, etc.

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